Diario of Miguel Costansó
Expedición Portola, 1769-1770
Friday, September 1, 1769 EN -- Viernes 1° de Septiembre. De la Ranchería del Baile de las Indias tomamos el camino de la tierra adentro rumbo del norte, apartandonos de la costa para evitar los rebentones de meganos de que está ceñida, y otros malos pasos, pero no nos fué dable huír de una cordillera que se atravesó sobre nuestro camino y venía del interior del pais, pero duró poco este arenal: andubimos luego por lomas altas, y por cañadas de mui buena tierra, y buenos pastos. Campamos dentro de un valle grande junto a una laguna de agua dulce de mucha extencion, tendría unas dos mil varas de largo, y de ancho hasta quinientas, y tal vez mas en algunas partes. Dimos nombre a todo el valle de la Laguna Larga. Dista tres leguas del parage de donde salimos, en la mañana.
Havía dentro de este valle, dos rancherias de gentiles, la una corta é infelís, y la otra algo maior compuesta de varias casitas. A la laguna Larga 3 leguas. De San Diego 106 leguas.
Saturday, September 2, 1769 EN -- Sabado 2 de Septiembre. Los exploradores bolvieron de su rexistro, en la mañana nos sacaron del cuidado en que nos tuvieron por haver faltado en bolver al real en la tarde antecedente: fué la causa de su demora el haver perdido el camino por la niebla espesa que hizo, y les obligó a pasar la noche dentro del valle de buelta para el real reconocida ya la jornada que havíamos de hacer: fue esta de tres leguas atravesando el valle que tiene dos de ancho, por el rumbo que seguimos del nornoroeste; lo restante del camino lo hizimos por mesas altas hasta el aguage que era otra laguna grande de figura quasi circular, dentro de una cañada que cerraban unos meganos de arena, y contenían el agua, estorvando que vaciase al mar: toda la cañada estaba cubierta de juncos y eneas, terreno aguanoso y encharcado, del todo inpenetrable: tendiase toda ella de levante para poniente.
En la tarde por haver visto muchos rastros de osos, salieron seis soldados a cazar, montados en cavallos, y lograron matar uno a balazos hera orrendo animal: tenia desde la planta de los pies hasta la [M há la] caveza catorze palmos; sus patas pasaban de una tercia de largo, y pesaría mas de quinze arrobas: comimos de su carne que hallamos sabrosa, y buena. Pusimosle a todo este sitio nombre de la Laguna Redonda. A la Laguna Redonda 3 leguas. De San Diego 109 leguas.
Sunday, September 3, 1769 EN -- Domingo 3 de Septiembre. Descansó la gente y la requa en este día. y los exploradores que salieron a buscar el paso de la sierra, bolvieron en la tarde, ponderando la gran dificultad que tuvieron solo para llegar al pie de ella: assí lo havíamos conocido ya, por la inspeccion del terreno; meganos inmensos sobre la marina, lagunas esteros y pantános en el llano, que formaban un laverinto.
La sierra que teníamos á la vista, es la misma a nuestro entender que la veníamos dejando siempre a nuestra derecha, desde que salimos de San Diego, que en partes se retira del mar, y en otras se aproxima a él, y cierra absolutamente el paso de la plaia, como sucede en este parage.
Monday, September 4, 1769 EN -- Lunes 4 de Septiembre. Para evitar los pantanos de la llanura, y los esteros que llegan hasta el pié de la sierra, tomamos el rumbo de poniente por encima de los meganos, que atravesamos por el parage mas angosto descubierto por los exploradores, de solo media legua: cahimos luego a la plaia, y handubimos cosa de una legua al nornoroeste sobre ella: nos internamos otra vez en la tierra la buelta del oriente, atravesando los meganos por otra angostura de media legua: ganamos despues terreno consistente, por una lengua de tierra entre dos aguas: sobre la derecha teníamos una laguna de agua dulce que respaldaban los meganos é impedían que desaguase al mar; a mano izquierda teníamos un estero que entrava en el llano, y descabezamos tirando al nornordeste: cobramos despues el rumbo del norte y entramos en la sierra por una abra ó cañada poblada de encinos, alisos, sauces y otra arboleda. En la propria cañada sentamos el real á la orilla de un arroio cubierto de berros, andubimos quatro leguas en este jornada.
No encontramos en todo el camino mas de una ranchería de gentiles, corta y pobre: estas tierras están algo despobladas.
Los indios de esta ranchería que distaba poco de nuestro alojamiento, vinieron en la tarde á visitarnos con regalo de semillas, y algun pescado, que nos ofrecieron: su cazique tenía una disformidad grande sobre su persona de una lupia que le colgaba del pescuezo y los soldados le pusieron a vista de ello el sobrenombre de Buchon, con que se quedó tambien su ranchería y todo el parage. A la Ranchería del Buchon 4 leguas. De San Diego 113 leguas.
Tuesday, September 5, 1769 EN -- Martes 5 de Septiembre. Seguimos nuestra marcha por la propria cañada que torcía para el noroeste, la dejamos de alli a poco, y tomamos por cerros y lomas altas no lejos de la marina terreno aspero y penoso de frequentes subidas, y bajadas, pero alegre y poblada de arboleda de encinos y robles. No vimos un solo gentil en esta jornada que fué de dos leguas: sentamos el real dentro de una cañada mui angosta ceñida de altisimos cerros, con agua corriente, y pasto lo bastante para nuestra cavallada. El parage tubo nombre de la Cañada Angosta. A la Cañada Angosta 2 leguas. De San Diego 115 leguas.
Wednesday, September 6, 1769 EN -- Miercoles 6 de Septiembre. Bolvieron los exploradores ponderando la maleza y aspereza del camino que nos esperaba en la jornada siguiente. Resolviose oidas sus razones hacer descanso en este parage, y embiar gastadores por delante para que compusieran los pasos dificultosos de la sierra; en cuia faena emplearon todo el dia.
Thursday, September 7, 1769 EN -- Jueves 7 de Septiembre. Salimos de la cañada por encima de cerros altos y empinados: duró el mal camino mas de tres leguas hasta bajar á otra cañada espaciosa, con muchas lagunas de agua dulce, en que no podia beber la cavallada, por que sus orillas eran mui atascosas: esto nos obligó á alargar la jornada hasta un arroio de mui buen agua que hallamos sobre nuestro camino una legua mas abajo, y campamos sobre sus orillas.
Vimos en esta cañada tropas de osos que tienen la tierra arada, y llena de escarbaderos, que hacen buscando su mantenimiento en las raizes que produce la tierra; de que se alimentan tambien los gentiles, y las hay de buen savor y gusto. Montaron en sus cavallos algunos soldados, zebados en esta monteria porque les había provado bien en otras dos ocasiones; y lograron ahora matar uno á balazos, pero experimentaron la fiereza, y corage de estos animales: al sentirse heridos, embisten a toda carrera al cazador que solo puede librarse á uña de cavallo porque el primer impetu de ella es mas veloz que lo que pudiera presumirse de la materialidad, y torpeza de semejantes brutos: su resistencia y fuerzas no se rinden con facilidad, y solo el acierto del cazador, ó la casualidad de darle en la caveza, ó en el corazon puede postrarlos al primer tiro: este que consiguieron matar recibió nueve balasos antes de caher; lo que no sucedió hasta que lo hirieron en la caveza. Otros soldados tuvieron el arrojo de correr a uno de estos animales montados en mulas: le dispararon siete ú ocho tiros, y ciertamente moriría de las valas pero estropeó el oso á dos mulas, y libraron con sobrada dicha sus personas los que las montaban.
La cañada recibió nombre de Los Osos. A la Cañada de los Osos 4 leguas. De San Diego 119 leguas.
Friday, September 8, 1769 EN -- Viernes 8 de Septiembre. Hizimos la jornada por la propria cañada que seguimos hasta la mar, y gira siempre á poniente. Tuvimos algunos embarazos de zanjones profundos sobre nuestro camino, que fué necesario componer para que pasara la requa á las dos leguas paramos sobre una loma á vista de la mar, y cerca de un arroio de mui buena agua cubierta de berros: el terreno era alegre de buena calidad abundante en pastos, y nada escaso de arboleda.
No lexos del alojamiento havía una ranchería de gentiles corta é infeliz; apenas llegaría á sesenta almas: vivian al raso sin casa ni hogar: vinieron a visitarnos y nos ofrecieron una especie de pinole hecho de semillas tostadas que supo bien a todos y tenia gusto de almendras.
Entra en esta cañada á la banda del sur un estero de immensa capacidad, que nos pareció puerto; pero su boca abierta al suduoeste esta cubierta de arrecifes que ocasionan una rebentason furiosa; a poca distancia de ella hacia el norte, y delante de nuestro campamento, se miraba un peñon grandisimo; en forma de morro redondo que en pleamar queda islado y separado de la costa, poco menos de un tiro de fusil; desde este morro tira la costa al oesnoroeste hasta una punta gruesa que divisabamos taxada á la mar, y entre ella, y otra punta de la sierra, que dejabamos a la espalda forma la costa una gran ensenada con abrigo de los vientos del sur suduoeste, y oeste, si es que tenga fondo suficiente. Por la Cañada de los Osos 2 leguas. De San Diego 121 leguas.
Friday, September 9, 1769 EN -- Savado 9 de Septiembre.--Anduvimos tres leguas por la plaia mui abundante de aguages de agua viva que despide de si la sierra, poco retirada del mar en este tramo parámos dentro de una cañada medianamente ancha, por donde se introducía un estero en el que desaguaba un arroio de buen agua que salía de la sierra. Las lomas que ciñen esta cañada por el lado del poniente llegaban hasta la mar é interrumpían el paso de la plaia, pero dejaba libre el camino del norte, y del nornoroeste cuias direcciones seguían dos ramos de ella, dexandonos la eleccion del rumbo que quisieremos tomar.
La altura orizontal del limbo inferior del sol observado con el octante ingles de cara al astro\nse halló al medio dia de | 59° 21' |
Semidiametro del sol additivo | 16' |
Inclinazion de la visual por razon de la altura del ojo del observador sobre las aguas de seis á siete pies substractivos | 3° 13' |
Altura orizontal del centro del astro 59° | 59° 34' |
Su distancia al zenith resultó de | 30° 26' |
Su declinazion era en dicha hora | 5° 1' |
Latitud de este parage | 35° 27' |
Se le puso a este sitio nombre del Estero. Al Estero 3 leguas. De San Diego 124 leguas.
Sunday, September 10, 1769 EN -- Domingo 10 de Septiembre. Tomamos el brazo de la cañada que giraba al nornoroeste y la seguimos por espacio de tres leguas, dejamosla despues porque torcía para el norte, y encumbramos unas lomas rumbo del noroeste; desde donde descubrimos la cerranía cubierta de pinos, y dentro de una cañada mui profunda enmontada de sauces, alamos, pinos, y otra arboleda, corría un riachuelo de bastante agua, que quisieron algunos fuese el Rio del Carmelo.
Sentamos el real en lo alto de la cañada que recibio nombre del Osito, por que unos indios serranos que bajaron a visitarnos trahian consigo un cachorro de la especie dicha que estaban amansando, y nos ofrecieron serian hasta sesenta hombres A la Cañada del Osito 3 leguas. De San Diego 127 leguas.
Monday, September 11, 1769 EN -- Lunes 11 de Septiembre. Bajamos á la marina y seguímos la plaia que giraba al noroeste hizímos legua y media por buen camino con aguages a cada paso paramos sobre un cantil a la orilla del mar a la parte del noroeste de una cañada por donde desembocaba un arroio de mui buen agua: hubo pasto y leña sobradamente.
Se observó en este parage la altura meridiana del sol por donde supimos que su latitud es de treinta y cinco grados treinta y cinco minutos. Al Cantil 1 legua. De San Diego 128 leguas.
Tuesday, September 12, 1769 EN -- Martes 12 de Septiembre. Siguiendo la marina por lomas altas, y tierra doblada, frequentemente interrumpido el camino de zanjones y arroios (todos abundantes de agua) cuia composición dió mucho que hacer a los gastadores ya desmontando con las achas, y machetes, ya con los azadones y las barras abriendo el paso; llegamos a una punta de tierra tajada a la mar que dexamos sobre la izquierda, metiendonos por un abra que ofrecía la sierra y continuamos nuestra marcha al nornoroeste atravesando diferentes cañadas y arroios.
Paramos sobre una loma, y en lo alto de una cañada ó arroyada profunda que tenía agua suficiente dentro de una balza. Caminamos como tres leguas en esta jornada. A la Arroiada Honda 2 leguas. De San Diego 130 leguas.
Wednesday, September 13, 1769 EN -- Miercoles 13 de Septiembre. Caminamos dos leguas parte del camino por dentro de la cañada ó arroiada dicha, y parte sobre cantiles ha vista del mar: campamos entre dos arroios de buen agua, y al pié de la sierra mui alta en este paraje y tajada a la mar, bien que parecía franquear paso por un abra que se miraba al oriente. Crehimos podría ser esta la sierra conocida en los derroteros de los pilotos, que navegaron por estos mares, y en especial por los que navegaron en la expedicion de Sevastian Viscaíno, con él nombre de Santa Lucía: por lo que nuestro comandante deseoso de cerciorarse de ello y á fin de que se explorase el terreno con la prolijidad necessaria, presumiendo con razon, sería el paso mas dificultoso que vencer de todo nuestro viage (segun ponderan su aspereza las noticias antiguas) resolvió hacer descanso en este parage y despachar los exploradores mas inteligentes, para que la rexistraran á satisfacion, internandose todo quanto pudiesen sin limitarles tiempo para la buelta: salieron con efecto los exploradores despues de medio día. en numero de ocho hombres con el capitan don Fernando de Rivera. Al pie de la Sierra de Santa Lucia 2 leguas. De San Diego 132 leguas.
Thursday, September 14, 1769 EN -- Jueves 14 de Septiembre. Al anochecer llegaron los exploradores confirmando lo proprio que recelabamos, acerca de lo penoso y agrio de la sierra, pero nos sirvió de consuelo la noticia que nos dieron de haverle hallado paso si bien éra forzoso abrir camino á golpe de barra, y de azadon.
Friday, September 15, 1769 EN -- Viernes 15 de Septiembre. Despacharonse mui de madrugada los gastadores para empezar el travajo: bolvieron en la noche dejando allanado el paso de la primera jornada que havíamos de hacer por dentro de la cerranía.
Saturday, September 16, 1769 EN -- Savado 16 de Septiembre. Entramos por la cañada que nos franqueaba el paso de la sierra siguiendola ya por una ya por otra ladera, conforme el terreno lo permitía: era esta cañada mui angosta en partes los cerros que la ceñian estaban tajados a pique, y todos eran inaccesibles no solo a los hombres sino tambien a las cabras, y á los venados. Corría por en medio de ella un arroio de agua que pasamos muchas vezes, antes de llegar al parage en donde campamos: dividiase aqui en dos brazos el uno miraba al lesnordeste y el otro hacia el norte: algo mas para el noroeste se dejaba ver un cerro no tan pendiente: como los del resto de la cañada, por cuia falda havíamos de subir abriendo primero el camino. Andubimos poco mas de una legua en esta jornada.
Luego que comio la gente se dió principio a la obra a que todos sin excepcion pusieron la mano repartieronse en varias quadrillas desde el campamento hasta el parage que nos propusimos por termino de la jornada y conseguimos concluir todo el tramo en la tarde. A la Sierra de Santa Lucia 1 legua. De San Diego 133 leguas.
Sunday, September 17, 1769 EN -- Domingo 17 de Septiembre. Encumbramos la cuesta y siguiendo despues las cuchillas de los cerros que formaban el costado de la cañada que miraba al norte (de que hablamos) bajamos otra cuesta mui larga y campamos dentro de una hoya en que vivian arranchados unos gentiles sin casa ni hogar: no pasarían de sesenta almas, gente docil y obsequiosa en estremo: hizimos a lo más una legua en esta jornada y llamamos al parage la Hoia de Santa Lucia. A la Hoia de Santa Lucia 1 legua. De San Diego 134 leguas.
Monday, September 18, 1769 EN -- Lunes 18 de Septiembre. Mui de mañana salió la gente a la faena de componer el camino, quedando mui pocos en el real; pero con haber travajado todo el dia. tuvieron que bolverse sin haver concluido el tramo que se havía de andar en la jornada siguiente.
Tuesday, September 19, 1769 EN -- Martes 19 de Septiembre. Empleose todo el día y la maior parte de la gente, en el mismo trabajo del camino, y se dió fin a la obra.
Wednesday, September 20, 1769 EN -- Miercoles 20 de Septiembre. De mañana nos pusimos en marcha y empezamos á subir una cuesta bastante agria handubimos despues por la ladera de una cañada angosta y profunda, que tenía agua corriente bajamos a ella pasamos el arroio dos o tres vezes por dentro de la propria cañada algo mas espaciosa en este tramo, y subimos de nuevo una cuesta larguisima. De lo alto de la cuesta dominabamos la serranía que se estendía por todos rumbos, sin verle la fin por ningun lado: triste prespectiva para unos pobres caminantes cansados y rendidos de la fatiga del viage, de allanar malos pasos y de abrir caminos por cerros, bosques, meganos, y pantanos: empezaban los frios á sentirse, y teníamos ya á muchos soldados afectos del escorbuto é imposibilitados á hacer el servicio, cuias fatigas crecian para los que quedaban en pié: hizimos en esta jornada dos leguas y paramos dentro de una cañadita en extremo angosta, en la que apenas hallamos terreno para campar. El aguage fué corto, estaba el agua rebalzada en pozas: el pasto sumamente escaso. Havía tres rancherias de gentiles en estas inmediaciones y contornos: gente vaga sin casa ni hogar que á la sazon se ocupaba en la cosecha de piñones que tributan en abundancia los muchos pinos de estos montes.
Los exploradores que salieron en la tarde á rexistrar la tierra, traxeron noticia de haver visto un arroio, y cañada al proposito para mudar nuestro campo, con pasto suficiente para la caballada que lo necesitaba mucho: dijeronnos tambien, que la cerranía se hacia algo mas tratable por el rumbo que siguieron del lesnordeste, bien que remoto del que nos combenía llevar: pero aseguraron que el terreno daba muestras de ser mas transitable en adelante por mejor rumbo. Por la misma Sierra de Santa Lucia [al] Real de los Piñones 2 leguas. De San Diego 136 leguas.
Thursday, September 21, 1769 EN -- Jueves 21 de Septiembre. Havía diferentes malos pasos que componer para llegar á la cañada que se havía rexistrado; y para allanarlos salieron de mañana los gastadores, difiriendo nuestra marcha hasta la tarde, para darles tiempo de concluir la faena.
Ejecutose esta despues de haver comido la gente y anduvimos una legua por tierra quebrada pero menos aspera que la pasada: sentamos el real sobre la orilla de un riachuelo de mucha agua corriente, que en algunas pozas ó remansos tenía bastante pescado de truchas y otra especie.
Pusimosle nombre al sitio de Rio de las Truchas. Al Arroio de las Truchas 1 legua. De San Diego 137 leguas.
Friday, September 22, 1769 EN -- Viernes 22 de Septiembre. Hizimos descanso en este sitio para dar tiempo á los exploradores de bien rexistrar el terreno, y á la cavallada de reforzarse algo por venir ya bien maltratada.
Saturday, September 23, 1769 EN -- Savado 23 de Septiembre. Bolvieron los exploradores de su reconocimiento ya de noche con noticias alegres: dijeron haverse adelantado doce ó catorze leguas y haber seguido una cañada hasta su desemboque en la mar, pero padecieron notable engaño, como despues conocimos todos por razon de la mucha neblina que ocupaba la cañada por la parte del mar, y creyeron haver visto la plaia que estaba aun bien distante. Corría dentro de la cañada un rio que tomaron por el Carmelo, porque vieron sobre sus orillas arboles corpulentos, de alamos, sauces, encinos, robles, y otros varios: con estas noticias se alegró mucho la gente: adelantaronse [M alentaronse] todos presumiendo que distaba poco el termino á que caminabamos, y al que nos anticipabamos de llegar con el deseo.
Sunday, September 24, 1769 EN -- Domingo 24 de Septiembre. Nos pusimos en marcha y andubimos cosa de dos leguas por lomería tendida rumbo del norte, y á vezes del nordeste: bajamos una cuesta, y al pié de ella corria un arroio de bastante agua, que dirigía su curso hacia levante, y torcía despues para el norte, uniendose con el Rio de las Truchas, segun nos dieron á entender los gentiles: todo el terreno que transitamos, maiormente desde este arroio para adelante, estaba cubierto á derecha é izquierda de robles y encinos tan altos y corpulentos como puedan hallarse en las mejores florestas de Europa: todos estaban cargados de bellotas pero no zasonadas aun, de cuia cosecha immensa, pudieran mantenerse numerosas piaras de cerdos: de ella se aprovechan los indios, y hacen atole que en varias partes hémos comido, y tambien las tlateman, y comen como pan.
Havía en la rambla de este arroio una rancheria de indios vagos mui pobres, pero se mostraron amigos y obsequiosos. Por la propria Sierra de Santa Lucia 2 leguas. De San Diego 139 leguas.
Monday, September 25, 1769 EN -- Lunes 25 de Septiembre. Prevenidos de que no encontraríamos agua hasta el rio de que nos dieron noticias los exploradores, salimos en la tarde despues de dar agua á las bestias: parámos en medio de una cañada, á poco mas de una legua del parage que dejamos rumbo del nordeste: la tierra de esta cañada es pedregosa tiene mucha arboleda de robles y encinos. Por la propria Sierra de Santa Lucia 1 legua. De San Diego 140 leguas.
Tuesday, September 26, 1769 EN -- Martes 26 de Septiembre. Caminamos por la propria cañada que seguimos en el dia antecedente, rumbo del nordeste, iba angostando poco á poco; y los cerros que la ceñian, pedregosos y blancos, unianse enteramente al fin de ella, pero franqueaban sin embargo un paso nada dificultoso para bajar a la cañada del rio que tomaron los exploradores por el del Carmelo, ofreciendose una cuesta de poca considerazion mui enmontada de diferentes arbustos, entre otros de unos castaños silvestres cuio fruto amarga mucho al pié de la cuesta havía una rancheria de indios vagos que pasaría de doscientas almas; no tenian casas y vivian al raso junto a un encino cahido, por cuio motivo quedó con el nombre esta ranchería del Palo Caydo. Ofrecieronnos dichos gentiles cantidad de piñones y semillas: estuvimos un rato entre ellos, y pasamos adelante para ir á campar á la orilla del rio que creyeron los mas ser el Carmelo.
Las margenes de este rio por uno y otro lado estan mui pobladas, de sauces, alamos, encinos, robles y otros palos: y toda la vega que el baña es sumamente frondosa las tierras parecieron de buen migajon y producen variedad de plantas olorosas entre otras abundaba el romero, la salvia, y rosales, cargados de rosas.
La jornada de este día fué de tres leguas y el real que situamos sobre la vega del rio fue conocido despues con el nombre del Chocolate. Al Real del Chocolate 3 leguas. De San Diego 143 leguas.
Wednesday, September 27, 1769 EN -- Miercoles 27 de Septiembre. Practicado el desmonte de la vega del rio por los gastadores, lo pasamos dividido en tres brazos mas abajo de un remanzo que formaban sus aguas en pozas grandes que tenían mucho pescado dixeron algunos soldados haver visto peses que podrían pesar de ocho a diez libras.
Dejamos la vega del rio para continuar la marcha por tierra llana, y desmontada, arrimandonos un poco á los cerros que limitaban la cañada por la banda del norte, hasta llegar otra vez al cantil de la vega del rio que se inclinaba sobre ellos torciendo para el noroeste precisandonos entonces á tomar la ladera de los cerros que teníamos á nuestra derecha. Luego que el terreno lo permitió proseguimos nuestro camino por tierra llana sin apartarnos mucho del rio, y sentamos el real cerca de unas pozas en sitio provisto de pastos que no abundan en todas partes de la cañada havía en este parage un alamo que encerramos dentro de nuestro alojamiento por cuia razon quedó con el nombre de Real del Alamo: dista quatro leguas del Real del Chocolate.
Vimos en este dia muchos berrendos cruzar por el llano á manadas, pero no se nos proporcionó ninguno á tiro. Al Real del Alamo 4 leguas. De San Diego 147 leguas.
Thursday, September 28, 1769 EN -- Jueves 28 de Septiembre. No havía para nosotros mejor camino, ni podíamos desearlo que el de la propria cañada abierta al noroeste, que iba ensanchandose al paso que nos arrimabamos á la marina siguiendo el curso del rio que bolteaba sin estorvo de un lado á otro entre los cerros que la ceñian.
La jornada fué de quatro leguas campamos dentro de la vega del rio en medio de un lunar de encinos la tierra era blanquisca en este parage de donde le vino el nombre de Real Blanco: durante la marcha vimos tambien varias manadas de berrendos, pero fuera de tiro y remontados en los cerros. Al Real Blanco 4 leguas. De San Diego 151 leguas.
Friday, September 29, 1769 EN -- Viernes 29 de Septiembre. La jornada de este día fué poco menor que la del antecedente, anduvimos tres leguas y media por terreno blanquisco y falso, en que se sumian las bestias, pero algo mas abundante de pastos.
Paramos junto al rio que corría en este parage con mas orgullo y ruido. Vieronse muchos berrendos durante la marcha.
Se nombró este real de los Cazadores por que sorprehendimos en el a unos gentiles tan embevidos en su montería que no nos vieron hasta que estuvimos sobre ellos, y entonzes azorados se pusieron en huida, sin que bastasen dilixencias para atraherlos. Al Real de los Cazadores 3 ½ leguas. De San Diego 154 ½ leguas.
Saturday, September 30, 1769 EN -- Savado 30 de Septiembre. Hizimos otras tres leguas y media rio á bajo rumbo del noroeste, y oesnoroeste. Iban umillandose poco a poco los cerros, y apartandose al mismo paso ensanchaban la cañada, en este sitio á vista de dos puntas bajas que formaban los cerros, tendría mas de tres leguas de travesía. El terreno era de la propria calidad que arriba expresamos, falso el piso avierto de grietas que se cruzaban en todos sentidos, blanquisco y escaso de pastos.
Oyamos desde el campamento el ruido de la mar, pero sin ver la plaia, por lo que deseosos de saver en que parte de la costa nos hallabamos persuadidos a que no podíamos distar mucho del deseado Puerto de Monterrey, y que la sierra que dexabamos atras era indefectiblemente la de Santa Lucía segun inferíamos de la historia escrita por el Padre Torquemada, que trata de la expedicion y viage del General Sevastian Viscaino y de los derroteros del Piloto Cabrera Bueno, resolvió nuestro comandante que salieran temprano los exploradores á reconocer la costa, y desemboque del rio.
Volvieron estos diciendo que el rio desaguaba en un estero que entraba del mar por la cañada: que la plaia se veía a la banda del norte y del sur circuida de meganos formando la costa una ensenada immensa: que a la parte del sur se devisaba una loma que iba a terminarse en punta dentro de la mar cubierta de arboles que parecian pinos.
Al oír estas noticias entraron algunos en sospecha de que hubiesemos dexado atras el puerto que buscabamos, por el rodeo grande que hizimos para pasar la cerranía que cortamos por el nordeste y norte, hasta bajar, á la cañada que nos permitió cobrar el camino de la plaia por el rumbo del noroeste, y oesnoroeste; añadían que la Punta de Pinos que se descubría á la parte del sur era indicio fuerte de ello, por ser una de las señas que dan los derroteros del Puerto de Monterrey; y asentaban que la ensenada grande de que daban razon los exploradores era sin duda la que se forma entre la Punta de Año Nuevo, y la referida Punta de Pinos.
Hizieron a todos alguna fuerza estas razones, a que podía añadirse tambien la de estar por mas de treinta y seis y medio grados de latitud norte, y se miró como dilixencia indispensable la de pasar á reconocer dicha punta antes de emprehender otra cosa. Siguiendo la propria cañada 3 ½ leguas. De San Diego 158 leguas.